Friday, September 15, 2006

El rol del traductor: visiones

LOCUS DEL TRADUCTOR

El lugar epistemológico, ideológico y discursivo del traductor es uno de los temas significativos en nuestra profesión. Desde una visión trasferencial del traductor, se ha avanzado en su definición de roles que actualmente realzan características que, quizás fuera de la lingüística tradicional, llegan a tocar temas y disciplinas impensadas en su hacer hace treinta años. A continuación esbozamos algunas definiciones de este rol comunicacional y social, desde la perspectiva de su operación lingüística.

Definiciones del rol del traductor desde tres perspectivas del proceso de traducción.

1. Desde el punto de vista de una definición centrada en la codificación / decodificación, es decir, de una traducción centrada en los aspectos estructurales de las lenguas.

  • Prescripción y restricción del traductor a la naturaleza del código lingüístico, tal como se anota en las principales teorías de la traducción
  • El traductor es un agente del proceso, un lugar de trasferencia, donde confluyen los aparatos estructuralizantes del proceso
  • Se destaca en este patrón una exigencia de dominio de los niveles de categorización de los elementos del código, tal como se da en el uso de las gramáticas, en tanto contenedores de orden y significación racional y estable, y su tarea se valoriza en tanto no interfiere en el traspaso racional de los contenidos formados por el significante
  • Su rango de decisiones sobre el proceso está subordinado a la estabilización ideal de sentidos del texto. Deberá operar entre los límites de lo estructural, según la noción racional y teleológica de un significado estable, ajeno a los vaivenes históricos. (O logocentrismo)
  • Una de sus metas es no ser visible, ya que esto provocaría una supuesta trasformación de lo que idealmente contienen y deben contener los textos.

La anterior perspectiva es la que ha dominado la cultura sobre la traducción en los siglos pasados. Por tal restricción e invisiblidad se han cometido infelicidades y aciertos, pero queda la pregunta durante esas centurias respecto a la naturaleza de la operación y, más aún, sobre estas personas que han dedicado su quehacer a la traducción. En aras de estas mismas actitudes, se ha declamado que la traducción es una arte improbable, una servilidad a una lengua suprema, una tarea solitaria cuyo fin exitoso es no revelar la mano negra que la realiza. Antes deberá resplandecer el significado tal cual ha sido vertido en el supuesto “original” y mientras menos se sepa de su primer receptor encargado de traducirlo, mejor será. Hablamos de una fidelidad al texto original. Así, desde aquí se puede argumentar que tal invisibilidad es una premisa estética y ética, donde la disposición para desempeñar la tarea se construye eminentemente desde un “don”, con las categorizaciones que este conlleva, y así no se iba más allá de los límites que cuestionaran el significado como realidad virgen y pura, estable y prístina en su capullo de letra impresa.

2. Desde el punto de una definición que comienza con la situación del traductor como agente humano de un operar cognitivo-comunicativo entre dos lenguas, se podría mencionar que:

  • Se destaca el locus del traductor desde su situación epistemológica, sociocultural, legal, académica, económica, emotiva, etc., en tanto pertenece a una dada situación histórica.
  • Se destacan los aspectos de la cultura comunitaria desde donde opera el traductor, su formación, su ámbito de carrera, comunidad, sesgos éticos y morales, etc., que inciden en su operar con los sentidos del texto
  • Las decisiones sobre el operar se realizan desde tal postura cultural y social, trayendo a la superficie del proceso intervenciones críticas sobre el significado que se espera esté contenido en su material textual. Acoge la noción de un sentido siempre movible, siempre reificándose de acuerdo a los decursos históricos.
  • Hay una visibilidad crítica del traductor, que aparece desde su situación de receptor crítico.
  • Se da la necesidad de la crítica lingüística post-colonial. Aquí se aplica los conceptos sobre la extranjerización de la traducción o su homogolación al servicio de una cultura hegemónica colonialista.(Venutti)

Esta postura saca al traductor hacia la cognición del operar humano: El que conozcamos lo que ofrece un texto desde otra lengua, cultura y comunidad se debe principalmente al operar cognitivo-comunicativo de otro ser humano, calificado desde un lugar académico, social, económico, ideológico, epistemológico. La intervención de estos aspectos no se visualizan ya como ruido e interferencia que atente contra la pureza del sentido original, ( el canon de fidelidad) sino bien se reconoce como la necesaria intervención de los modos cognitivos con que los seres humanos tenemos acceso a la información que nos llega. Así, se cuestiona el significado estable y permanente en la historia, desde la cancha de todas las posibilidades que la variación histórica acumula, altera, reconstituye, libera, oculta y exhibe en torno a los hechos de significación, entre estos, el lenguaje y las lenguas. De aquí puede surgir un operar crítico respecto a los textos supuestamente originales, donde el traductor se convierte en un factor visible e importante de la forma en que las comunidades no versadas interlingüísticamente tienen acceso y son influidas por el material textual de otras, con todos los aspectos de cuestionamiento críticos sobre la necesidad de diseminación y comprensión de estos niveles de trasferencia intelectual, técnica, etc.

3. Definición desde la traducción informática :Localización.

Desde el punto de vista del área en que los traductores deben realizar su operación relacionada con los medios inter-conectivos actuales, tales como la localización de los sitios web, aparece una serie nueva de aspectos, habilidades, didácticas y aptitudes que se deberán agregar al lugar formacional desde donde los traductores realizan su labor.

  • Principalmente, existen allí necesidades planteadas por los niveles cognitivos del receptor del traspaso, tales como aspectos de comprensión, preferencias visuales, textuales, etc., que deberán ser consideradas para una eficacia del traspaso adaptativo de este material
  • Existen allí necesidades tecnológicas y de dominio de herramientas IT que el traductor comparte con un equipo del área.
  • Necesidades de objetivos: difusión y comercialización, áreas pragmáticas (interactividad). El objetivo del traspaso, tal como en otros modos de operar en traducción, están dictados por las necesidades planteadas por el traspaso de la información entre culturas que son reconocidas como no homogéneas.
  • El traductor es parte de un equipo de TICs, con otras actitudes hacia la trasferencia, técnicas y habilidades, lo que necesita un entrenamiento crítico complementario a las habilidades características que tiene la formación tradicional.

La última de estas perspectivas de la presencia del traductor dentro de su operar nos plantea interesantes actitudes hacia lo didáctico en traducción. Desde siglos, la actividad ha estado sujeta al texto escrito, frecuentemente dentro de un ámbito editorial, con sus limites y posibilidades. Ahora aparece esta posibilidad del texto electrónico, tanto en su formato de documento imitativo de la publicación impresa, así como el que se da por el uso del lenguaje como apoyo a las distintas herramientas que plantea las tecnologías de la información. En este ámbito, el lenguaje se iconiza dinámicamente, como en la publicidad, y no solo el sentido tiene importancia, sino todos los modos visuales y técnicos con que los sitios web explayan sus objetivos. La necesidad de trasponer la experiencia textual visual desde una lengua como parte de una perspectiva cultural dada en una comunidad hacia otra seguramente habrá de plantearnos nuevos maneras de hacer ingresar la operación ínter lingüística, intercultural, a un campo nuevo, muy de acuerdo con lo que los estudios sobre el lenguaje han estado planteando desde fines siglo XX.

A modo de conclusión, diríamos que el operar del traductor se da necesariamente desde un locus social, desde el que actúa en el lenguaje intercultural. Las definiciones de la actividad del traductor se dan cada vez menos desde la perspectiva de la invisibilidad, para abrir tales conceptos hacia una mayor amplitud y diversidad, donde el traductor sigue vigente junto a los modos cambiables, tal significado de la experiencia humana, de su rol.

1 comment:

anuncios said...

wowww q interesante
en mi caso tengo una disertacion sobre el rol del traductor en la historia (main rol of the translator in history).
y estoy buscando in fo sobre esto
salu2.